El pasado jueves, 3 de mayo, se
presentó en el Casino de Orihuela la
novela juvenil Rostros de tiza, escrita por Manuel García Pérez e ilustrada
por Roberto Ferrández. La gran afluencia de público y la colaboración del Grupo
literario Auralaria lograron que el encuentro con el libro fuera una velada
basada en el intercambio de opiniones sobre el proceso literario y las
influencias que transpiran en la novela.
La presentación a cargo de Álvaro Giménez y de Vicente Pina enfatizó la
importancia de definir la nueva novela editada por Germanía como una novela que
trasciende al lector adolescente ya que, con la temática y el estilo, logra que
los adultos también se identifiquen con un mundo lleno de desesperanza, de
frustración y de sueños acabados.
El autor insistió en que era necesario, al igual que en obras anteriores
como La memoria del cuervo, de la editorial Códex, romper con tópicos que
difunden una imagen de los jóvenes excesivamente frívola y utilitarista, porque
la novela refleja la incomprensión, la depresión y la soledad en la que vive
actualmente gran parte de nuestra generación de
adolescentes.
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